Sumido en la pequeñez del lenguaje, letra chica es un objeto poético que desafía la vista del lector, obligándolo a acercar la mirada a la letra, al papel. Para así volver a reiterar la sospecha acerca de la palabra que se incubó en la tradición poética chilena, pero esta vez en voz baja, con una lupa de plástico importada desde China y sin el espesor de un libro encuadernado y cosido. Y con todo el glamour de lo ininteligible en la era de la reproductibilidad técnica, los dejamos con este adelanto de lo nuevo de Andrés Urzúa de la Sotta a publicarse prontamente por Libros del Pez Espiral.
como una mujer
que descubre
su seno extirpado
después del quirófano
la B descubre
que es una b
*
, pero las cifras tampoco son necesariamente
claras. Más bien esconden
la subjetividad de los sujetos que están
detrás de ellas; de quienes
preparan editan manipulan
una imagen objetiva
de la realidad
*
el último fin del lenguaje es comunicar
el fin último del lenguaje es comunicar
comunicar es el último fin del lenguaje
comunicar es el fin último del lenguaje
es último comunicar el fin del lenguaje
*
cuando observo
las palabras
en vez de leer
sus sonidos y sig-
nificados
veo dibujadas
las formas
de las cosas
en vez de la
palabra árbol
veo simplemen-
te un árbol
cuyas hojas
se han borrado
con la tecla delete
*
escribir siempre
en voz baja
para no despertar
a las mayúsculas
que duermen
en el fondo
de la lengua
ANDRÉS URZÚA DE LA SOTTA (Viña del Mar, 1982) Escritor, editor y gestor cultural. Es licenciado y magíster en Literatura. Publica los libros Galería (2012), Zapping (2014), Tetris (2015), Play (2015) y Formas de volar (2017), además de la plaquette El lenguaje de las piedras (2015) y del libro objeto letra chica (2018). Es uno de los organizadores de A Cielo Abierto – Festival Internacional de Poesía de Valparaíso. Desde 2015 es editor general del sello Libros del Pez Espiral.