Imagen: Jeff Wall, A sudden gust of wind (after Hokusai) (boceto) (1993)
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No sólo las masas sonoras sacuden los departamentos. La catástrofe y el abandono. El poblamiento. Fenómenos de un malestar que avanza con los días. Fernando García nos sorprende en esta nueva entrega con poemas cargados de musicalidad, un malestar acompasado. El pasar de los días con su banda sonora retorcida y delirante.
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MÚSICA PARA SACUDIR LA CABEZA
Sentado a la mesa redonda del comedor
mi culo en el cojín negro y este cuaderno
rojo entre platos vasos chirridos sucios
A mi lado y en otra silla
el casimiro ovillado duerme
extraños tiritones le recorren el lomo
En la radio patina una leve trompeta
hace maromas silba
zigzaguea un contrabajo
cuando de golpe en un ahogo
entra el piano
…………………………se desboca
y la trompeta eufórica
……………es un fuego moribundo
el viento
………………………………..hay brasas
un chispazo es un incendio
…………………………………………………inmenso
y no
……………otra vez la calma
Por el balcón se cuelan gemidos de micro
las hojas son devoradas por orugas
……………………………………..y el mantra del comercio
se entrelaza y hace pólvora en el aire
Una gran masa sonora sacude el departamento
……………………….como un búnker que retumba ante las bombas
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VIDRIOS POLARIZADOS
Juego de espejear
el cielo o pavoneo
ventanas que no abren
nada no hay entrada
posible sí hay
oficinistas
cigarro en mano
semicírculo
en la vereda
Todos los espejos
se quiebran:
recuerda las imágenes
de los edificios caídos
en Conce por el terremoto
la locura desatada
……….romper vitrinas
……….pelarse plasmas
Por el suelo el ánimo, los escombros
los pedazos reflejando
………………luz negra, el sol se apaga
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SOLA
Redonda como es y gris de lata
a la sombra de un plátano oriental
tiembla la mesa sola, corre el viento
amenaza de lluvia y nadie espera
Pasan los perros por el lado, pasan
como si olfatearan un fantasma
ni la miran ni la mean, sólo ladran
La mesa sola, sola en la vereda
sin mano que corrija su cojera
sin codo que se apoye o se resbale
No hay café, cenicero ni cenizas
no hay miradas cruzándose a través
Sólo hay como dos órbitas lejanas
dos sillas desteñidas custodiando
un pote con sachets de azúcar rubia
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EXCAVACIÓN
Lo cierto es que construimos
y destruimos
Erecto el monolito en el aire
lo visten de ícono y promesa
y el goce indecible
……………………….al ver caído
Un vértigo análogo al terror
Todo ese trabajo sin embargo:
………….tiempo, tiempo, vieja historia
¿Cuánta sombra orquesta una noche?
Es una enfermedad de grúa la nuestra
………….girando sin carga en una mente baldía
Maniobra a ciegas
…………………y ese instante definitivo:
terremotos, aneurisma, malos sueños
botones rojos en dedos blancos o amarillos
la pura y santísima cagada
El accidente estaba escrito en el contrato
De esta música la medida
nosotros, desmedidos
el ladrido del taladro
el canto de los muros derrumbados
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ELEGÍA DEL HORMIGUERO VACÍO
el mantra del comercio cuando toca
la banda sonora de la angustia:
Lento, lento
merodear de antenas
por el hormiguero despoblado
una comunidad entera extinta
en el llano seco de las sábanas
Sudorosos
se lanzan los recuerdos
en cascada por los bordes de los pies
la luz cruza, mezcla con su brazo
el fango del aire y la desgana
Suena
la espina de la alarma suena
pero no es eso, constante clava
el manto el mantra el martilleo
gritos bocinas rotas repetidas
Algo dice
gotea en el baño dice
que todo sigue su curso, todo: y
se yergue, se tumba, se revuelve
y se duele hasta en las tablas esta cama
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De Primeros auxilios (inédito)
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FERNANDO GARCÍA (Viña del Mar, 1990). Estudió Historia del Arte. Escribe poemas y ensayos. Trabaja como asistente editorial en Mundana Ediciones.